La inversión en biodiésel ya alcanzó los u$s285 millones

Los proyectos aumentaron notablemente desde principios de 2005 hasta hoy. Se espera que esa cifra crezca hasta los u$s1.000 M en los próximos cuatro años

De acuerdo con un informe de la consultora Abeceb, durante el año pasado y los ocho primeros meses del corriente hubo trece anuncios de inversión de biodiésel en el país y que la demanda local de ese combustible en el 2010 llegaría a las 632 mil toneladas al año.

Esa demanda requerirá, en promedio, de unas 18 plantas con capacidad para 35 mil toneladas, cuyo costo actualmente asciende a unos trece millones de dólares cada una.

Estos proyectos, en su mayoría impulsados por cerealeras de origen nacional, se localizan principalmente en la zona centro del país, debido a que se trata del corredor productivo de cultivos oleaginosos más importante.

A pesar de la importancia que se espera tenga el mercado interno, 75,8% de los anuncios realizados hasta hoy prevén la comercialización del total de la producción en el mercado externo, principalmente en Europa.

Cabe recordar que el costo promedio de producir un litro de biodiésel en Europa ronda 0,62 euro, mientras que en la Argentina oscila entre 0,54 y 0,59 euro, con el flete al Viejo Continente incluido.

Si bien la idea de generar combustibles a partir de recursos renovables lleva años en la mesa de los laboratorios y algunas experiencias ya se pusieron en práctica con éxito, aún no se cuenta con la tecnología capaz de competir en costo y rendimiento con los combustibles tradicionales.

Sin embargo, debido a las perspectivas de una creciente demanda mundial de combustibles y a la inestabilidad política entre Occidente y Oriente Medio, los precios del petróleo y de sus derivados presentan una volatilidad sin precedentes, ubicándolos en niveles máximos históricos.

Disparador
Este escenario, señala el informe, altera significativamente la ecuación de costos intertemporales y coloca a las fuentes alternativas de combustibles como una opción más viable.
Estas cuestiones de mercado, en principio, constituyen un incentivo en sí mismas para el desarrollo de tecnologías alternativas. Sin embargo, en los últimos años se ha visto también cómo los países centrales (principalmente la Unión Europea) y Brasil paulatinamente comenzaron a incorporar en su legislación incentivos fiscales y crearon mercados cautivos para este tipo de combustibles.

Con estas previsiones, para abastecer sólo el mercado interno de biodiésel se requerirían unas 18 plantas con capacidad para 35.000 toneladas promedio, que demandarían unos u$s13 M cada una.

Al mismo tiempo, se espera que en los próximos cuatro años el flujo de inversiones totales para el sector ronde los u$s1.000 M. Por otra parte, y dado que el agro utiliza 70% del gasoil que se consume anualmente en el país -entre camiones, maquinaria y plantas-, varios productores agropecuarios pequeños y medianos “se encuentran evaluando asociarse para producir biodiésel, básicamente para autoconsumo, con la posibilidad de vender el excedente”, agregó la consultora.

Las estimaciones indican que estos actores “se inclinarán por desarrollar fábricas de hasta 40.000 toneladas, acogiéndose a los beneficios impositivos que, en principio, confiere la reciente ley”.

Los beneficios impositivos
La Ley de Biocombustibles, sancionada en mayo de este año, instaura un régimen de promoción que durará quince años en el cual podrán participar aquellas plantas de biodiésel expresamente habilitadas por el Poder Ejecutivo.

Establece un corte obligatorio para nafta y gasoil con bioetanol y biodiésel, respectivamente, de 5% a partir del cuarto año de promulgada la ley. Este mecanismo de creación de demanda cautiva significa un importante incentivo al sector productivo.

Prevé una serie de beneficios fiscales. Entre ellos la amortización a cuenta del Impuesto a las Ganancias y la devolución anticipada del IVA en las inversiones destinadas a producir biodiésel o bioetanol.

Además, los bienes afectados a los proyectos de inversión en infraestructuras de producción de biocombustibles no integrarán la base imponible del Impuesto a la Ganancia Mínima Presunta.

Fuente: Infobae Diario