viernes, septiembre 22, 2006

Los inversores migran de cuentas a la vista a plazos fijos, aunque eligen los más cortos

Poco a poco, a medida que las tasas de interés se vuelven más atractivas, los inversores se están viendo tentados a trasladar a plazos fijos parte del dinero que tenían depositado en cuentas a la vista.

Por ahora, sin embargo, la mayoría se anima sólo a las colocaciones de menor duración. Así, de acuerdo con un informe del Estudio Castiglioni, Tiscornia & Asociados, la vida promedio de los plazos fijos del sistema financiero viene descendiendo en el año de 140 días a 128 en agosto pasado. "Todos los tramos de los plazos fijos vienen creciendo, el tema es que los de menor plazo son los que están creciendo más", apuntó María Castiglioni, socia del estudio con el mismo nombre. "Obviamente, no se trata sólo un tema de confianza, sino que las tasas siguen siendo bajas en términos reales y las empresas no quieren inmovilizar sus fondos por tanto tiempo con rendimientos negativos", deslizó la economista.

Con éxito, en el último tiempo el Banco Central (BCRA) implementó una serie de medidas para alentar la migración de ahorristas de cuentas a la vista a depósitos de plazo. Mediante una suba de los encajes de cajas de ahorro y cuentas corrientes, entre otras medidas, el BCRA incentivó a los bancos a recortar las tasas que pagan por sus cuentas remuneradas y, en consecuencia, a incrementar los diferenciales con sus tasas de plazos fijos. "Estuvimos viendo un traslado de fondos de clientes institucionales y corporativos.

Pasan su dinero de cuentas remuneradas a depósitos a 30 o 45 días, pero no van a 180 días", reconoció el tesorero de un banco extranjero que pidió no ser nombrado. "El tema es que la empresa que tiene que manejar su dinero de caja tampoco puede darse el lujo de irse a plazos demasiado largos, porque en cualquier momento puede tener que satisfacer necesidades puntuales de liquidez", explicó.

La tasa promedio de los depósitos a plazo fijo pasó de 5,3% anual en diciembre pasado a 7% en agosto, mientras que la tasa Badlar –la que se paga por colocaciones a 30 días de plazo, de más de $ 1 millón– pasó de 7,5% a 9,5% anual, en el mismo período. Según el Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM), la inflación estimada para este año es del orden del 10%."Con las subas de encajes hay, desde los bancos, un incentivo para que las empresas coloquen sus fondos a 30 días y no a 15.

Por otro lado, desde las empresas, en la medida en que las tasas suben depositar a plazo fijo es más atractivo, porque su rendimiento se acerca más a la inflación esperada", señaló Ricardo De Lellis, socio a cargo de Servicios Financieros de KPMG, para quien, no obstante, "el cortoplacismo está muy instalado entre los inversores y será así por un tiempo". "Siempre existe un temor a la tasa de inflación sea mayor, y a esto se suma además que el año que viene es un año electoral, lo que agrega más incertidumbre", subrayó.

Para el sistema financiero, contar con depósitos de mayor duración es fundamental. No sólo se trata de un fondeo menos volátil, sino que además habilita a los bancos a dar créditos más largos, sin asumir tantos descalces.

En tal sentido, para Marcos Bazan, director del área de Finanzas Corporativas de Deloitte, si bien la vida promedio de los depósitos a plazo sigue siendo relativamente corta, el traspaso de fondos de cuentas a la vista a colocaciones a plazo es un primer paso en favor de la estabilidad del sistema financiero. "La mentalidad o comportamiento de los inversores no cambia de un día para otro. Es un proceso gradual que se va a notar recién en el mediano plazo", consideró Bazan.

Para los analistas, ofrecer a los inversores colocaciones a tasa variable podría ayudar a alargar los plazos de los depósitos. Hasta ahora, los inversores contaban con los plazos fijos con CER como alternativa pero, según coinciden, al fijarles el BCRA un plazo mínimo de un año, éstos fueron perdiendo adeptos.

Fuente: Diario El Cronista Comercial.

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