lunes, agosto 14, 2006

Consideraciones sobre el flujo de caja

Todos sabemos que para obtener ganancias, hay que recibir más de lo que gastamos. Pero es muy común no considerar el flujo de caja: Lo que tenemos más lo que recibimos tiene que ser más que nuestros gastos.

Una diferencia sutil… Es lògico que nos alegremos al realizar una venta grande o al cerrar un trato financiero, pero mientras que ese dinero puede parecer bueno en el papel, resulta que no podemos usarlo hasta que realmente lo tengamos. Algo que los emprendedores deberíamos aprender es que contar con efectivo es muy importante. Obviamente, no hablamos de los billetes, sino del flujo de caja.

Dicho de otra forma: No importa cuánto dinero va a venir en el futuro si no tenemos suficiente dinero para poder esperar. Los empleados no pueden esperar para cobrar sus salarios hasta que los clientes paguen. Al propietario del local que alquilamos no le importa que estemos hablando con los inversionistas y que tengamos el dinero en un par de meses. Los proveedores pueden no estar dispuestos a ampliar su crédito o darnos más tiempo y no podremos comprar mercaderías o materias primas que necesitamos para entregar a los clientes y recibir el pago correspondiente.

En general, los negocios fracasan por falta de efectivo y no por falta de ganancias.

- Los emprendedores tienden a sobreestimar las entradas y subestimar las salidas.
- Los emprendedores suelen fallar en anticipar una escasez de efectivo y se les acaba el dinero, forzándolos a suspender o cesar sus operaciones, aun cuando tengan clientes activos.

Comencemos distinguiendo entre ganancias (rentabilidad) y el flujo de caja:
Ganancias son la diferencia entre la renta y los costos. Se calcula la renta cuando se hace la venta, más bien que cuando se recibe el pago completo. Asimismo, se calculan los costos cuando se hace la compra, más bien que cuando paga la cuenta. En ninguno de estos dos casos ha habido un intercambio de dinero. Son solamente entradas contables.

El flujo de caja es la diferencia entre los recibos de dinero (efectivo entrante real) y las salidas (efectivo saliente real). En el flujo de caja la renta no se cuenta hasta que se recibe el pago y los costos no se calculan hasta que se hace el pago. El flujo de caja también incluye infusiones de efectivo de inversionistas o del financiamiento a través de añadir deuda.

El flujo de caja es, a menudo, calculado sobre una base mensual, puesto que la mayoría de los ciclos de facturación son mensuales. La mayoría de los proveedores permitirán cerca de treinta días para pagar. Sin embargo, en un negocio efectivo-intensivo, tal como un restaurante o un almacén, puede ser necesario calcularlo semanalmente o aún diariamente.

Cómo proyectar el flujo de caja

1. Comencemos con la cantidad de efectivo en mano (nuestro extracto bancario más la cantidad de efectivo que tengamos en el bolsillo).

2. Hacemos una lista de los recibos anticipados: pagos de clientes, acreencias varias, de intereses e inversiones a recibir. Listamos no sólo la cantidad, sino también cuando será efectivamente recibida.

3. Hacemos una lista de salidas anticipadas: pagos de salarios, gastos indirectos mensuales, pagos en las cuentas a pagar u otras deudas, impuestos que debemos, compras de equipo, costos de comercialización, etcétera.

4. Ponemos todo en una hoja de cálculo en orden cronológico. Si en cualquier momento tenemos un equilibrio negativo, o aun positivo pero muy pequeño, tenemos un problema potencial que puede convertirse en fatal.

Es mejor ser moderados y estimar las entradas más bajo y más pronto y las salidas más alto y más adelante. Si terminamos con un exceso de efectivo, puede ser necesario para cubrir una escasez de efectivo inesperada en el futuro, o podemos invertir en algo para ayudar a crecer al negocio. Por otra parte, si terminamos con un déficit inesperado de efectivo, podemos dañar nuestro crédito y perder a los proveedores, teniendo que despedir a empleados, o cerrar el negocio definitivamente.

Seguir tus Actividades Actuales

Tengamos a mano una copia de nuestro pronóstico, pero sigamos nuestro flujo de caja actual al mismo tiempo. Compararla con el pronóstico nos ayudará a encontrar donde cometimos algún error o pasamos por alto algo del plan.

Declaraciones del flujo de caja y del flujo de caja futuro serán parte de la información que vamos a necesitar para realizar nuestro plan de negocio para los potenciales inversionistas. Después de continuarlo por algunos meses, se convertirá en una herramienta de gerenciamiento imprescindible.

Fuente: Buhonet.

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