Venezuela: El Plan Económico Es Insostenible
El presidente del Consejo de Economía Nacional, Efraín Velásquez, considera que el giro que ha dado el Gobierno en su política, con el anuncio del fin de la autonomía del Banco Central de Venezuela, el inicio de un proceso de nacionalización de empresas y el aumento del precio de la gasolina, "aparecen como decisiones puntuales, sin un contexto que garanticen crecimiento sostenido y estabilidad inflacionaria".
Al adentrarse en este tema afirma que "existen dos vías para alcanzar la meta de crecimiento económico sin inflación: la primera es a través de una mejora sustancial en el lado de la oferta, apoyada en inversión, tecnología y reformas educativas para contar con una población más eficiente. De esta manera aumenta la producción y hay sostenibilidad".
Inmediatamente añade que el segundo esquema, escogido por el gobierno de Hugo Chávez, "es por el lado de la demanda, generando crecimiento a través del gasto y una política monetaria laxa. Como esto impulsa la inflación, se introducen controles de tasas de interés, de precios, de cambio y de las carteras crediticias de la banca para tratar de corregir los desequilibrios que se producen".
El punto débil de esta estrategia, señala Efraín Velásquez, es que "se mantiene mientras la fuente de financiamiento esté allí y el entorno petrolero ya muestra signos de debilidad. A esto se añade que las decisiones de consumo, ahorro e inversión comienzan a ser tomadas por los precios subyacentes y eso se traduce en mayor fragilidad".
Lo previsible, explica, es que en el mediano plazo "veamos un gasto fiscal creciente y que se trate de atornillar los controles, en el mediano plazo, los márgenes operativos se van a ir estrechando, las decisiones de inversión y la capacidad de operación se van a ir limitando por la ausencia de sostenibilidad".
Al analizar los puntos estructurales a debatir por los distintos sectores de la sociedad a fin de alcanzar estabilidad económica, Efraín Velásquez estima que "tenemos que discutir el tema petrolero formalmente, si se produce poco para vender caro o se produce mucho y se vende barato, esto tiene implicaciones muy relevantes para el país".
"Lo primero implica que no hay inversión y por tanto poco empleo, fundamentalmente la inversión es en el área petrolera y no la necesitas. Se trata de un modelo de sociedad donde básicamente se vive de transferencias del Estado".
Amplía la respuesta y señala que "en el segundo esquema, en el de producir más petróleo y vender barato, hay inversión, mayor cantidad de empleos y no se vive de transferencias. El país ha tratado de tomar este camino cuando los precios del crudo se desploman pero por necesidad, sin convicción".
Tanque saturado
A pesar de tener controles de precios, de cambio y de tasas de interés, Venezuela cerró 2006 con una inflación de 17%. El presidente del Consejo de Economía no duda en alertar sobre la presencia de un fuerte desequilibrio que aumentaría con el incremento en el uso de las reservas internacionales.
"Venezuela siempre mantuvo una monetización equivalente a 24% del PIB y en 2006 alcanzó 42%. En el corto plazo esto genera actividad económica, pero como la economía no puede reaccionar tan rápido al crecimiento de la demanda hay que buscar el equilibrio con las importaciones, pero los precios también hacen su parte y se ajustan al alza".
"En un ambiente de aceleración inflacionaria, que ocurriría con el financiamiento del Gobierno por parte del BCV, la incertidumbre es relevante y sufre la posibilidad de crecimiento económico y ahorro".
Fuente: http://www.eluniversal.com
Al adentrarse en este tema afirma que "existen dos vías para alcanzar la meta de crecimiento económico sin inflación: la primera es a través de una mejora sustancial en el lado de la oferta, apoyada en inversión, tecnología y reformas educativas para contar con una población más eficiente. De esta manera aumenta la producción y hay sostenibilidad".
Inmediatamente añade que el segundo esquema, escogido por el gobierno de Hugo Chávez, "es por el lado de la demanda, generando crecimiento a través del gasto y una política monetaria laxa. Como esto impulsa la inflación, se introducen controles de tasas de interés, de precios, de cambio y de las carteras crediticias de la banca para tratar de corregir los desequilibrios que se producen".
El punto débil de esta estrategia, señala Efraín Velásquez, es que "se mantiene mientras la fuente de financiamiento esté allí y el entorno petrolero ya muestra signos de debilidad. A esto se añade que las decisiones de consumo, ahorro e inversión comienzan a ser tomadas por los precios subyacentes y eso se traduce en mayor fragilidad".
Lo previsible, explica, es que en el mediano plazo "veamos un gasto fiscal creciente y que se trate de atornillar los controles, en el mediano plazo, los márgenes operativos se van a ir estrechando, las decisiones de inversión y la capacidad de operación se van a ir limitando por la ausencia de sostenibilidad".
Al analizar los puntos estructurales a debatir por los distintos sectores de la sociedad a fin de alcanzar estabilidad económica, Efraín Velásquez estima que "tenemos que discutir el tema petrolero formalmente, si se produce poco para vender caro o se produce mucho y se vende barato, esto tiene implicaciones muy relevantes para el país".
"Lo primero implica que no hay inversión y por tanto poco empleo, fundamentalmente la inversión es en el área petrolera y no la necesitas. Se trata de un modelo de sociedad donde básicamente se vive de transferencias del Estado".
Amplía la respuesta y señala que "en el segundo esquema, en el de producir más petróleo y vender barato, hay inversión, mayor cantidad de empleos y no se vive de transferencias. El país ha tratado de tomar este camino cuando los precios del crudo se desploman pero por necesidad, sin convicción".
Tanque saturado
A pesar de tener controles de precios, de cambio y de tasas de interés, Venezuela cerró 2006 con una inflación de 17%. El presidente del Consejo de Economía no duda en alertar sobre la presencia de un fuerte desequilibrio que aumentaría con el incremento en el uso de las reservas internacionales.
"Venezuela siempre mantuvo una monetización equivalente a 24% del PIB y en 2006 alcanzó 42%. En el corto plazo esto genera actividad económica, pero como la economía no puede reaccionar tan rápido al crecimiento de la demanda hay que buscar el equilibrio con las importaciones, pero los precios también hacen su parte y se ajustan al alza".
"En un ambiente de aceleración inflacionaria, que ocurriría con el financiamiento del Gobierno por parte del BCV, la incertidumbre es relevante y sufre la posibilidad de crecimiento económico y ahorro".
Fuente: http://www.eluniversal.com
Editado por Paola Totonelli, Equipo de Redacción de www.proactivos.com
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