Volvió a Crecer Fuerte la Industria en Abril: 7,7%
Las construcciones de edificios, que expanden la venta de cemento; la fabricación de agroquímicos, aún en alza por los precios internacionales, y la producción de autos, motivada por la reactivación económica, volvieron a ser los causantes de otro repunte de la actividad industrial: creció un 7,7% en abril respecto del mismo mes de 2005, según los datos desestacionalizados difundidos ayer por el Indec.
La mejora no fue tan amplia si se compara con lo producido en marzo: hay allí un alza de un 0,3%, cifra que continúa la tendencia hacia la desaceleración que la industria arrastra desde el año pasado.
A diferencia de otras veces, y aunque volvió a crecer explosivamente -un 20,8% en 12 meses-, la fabricación de automotores no fue el principal impulsor de la industria. Camilo Tiscornia, economista de Ferreres & Asociados, advierte que eso se explica porque la última Semana Santa fue en abril, algo que no ocurrió el año pasado, y hubo entonces menos actividad por los feriados.
En cambio, lo que sí encabezó el repunte fue la producción de agroquímicos, que subió un 28,4% entre abril de este año y el mismo mes de 2005 como consecuencia del auge agropecuario que vive la Argentina con los elevados precios internacionales. También la refinación de petróleo, un insumo que muestra los valores más altos de las últimas dos décadas, aumentó un 12,7%. Y el otro sector líder fue el cemento, con un 23,2% de incremento a raíz del otro boom doméstico: la construcción.
"El comportamiento interanual es bastante interesante -dijo Tiscornia-. El mensual, la suba de un 0,3%, es bastante flojo y confirma cierta desaceleración. Era esperable, en parte porque empieza a haber restricciones de oferta."
Inquietud por la Inversión
De todos modos, los analistas coinciden en que las cifras son alentadoras. Más bien, las dudas se centran ahora en la calidad de la inversión. El economista Luis Secco afirma que los desembolsos han crecido satisfactoriamente en los últimos años, y más si se considera que la Argentina no es un país acostumbrado a tasas astronómicas de inversión, en parte porque tiene bajas tasas de ahorro doméstico. "Pero el problema es que no se está invirtiendo, en capital reproductivo, en el mismo nivel en que crece el empleo", objetó.
La inquietud no es otra que la que tiene hoy gran parte de la industria, incluso el sector más afín a la Casa Rosada. Un dirigente de la Unión Industrial Argentina (UIA) dijo a LA NACION que la preocupación por las demandas salariales se estaba ya plasmando, en algunos sectores, en congelamiento de la inversión.
¿Qué ocurre si, como dice Secco, se desembolsa a un ritmo menor que lo que se expande el empleo? La asignación de stock de capital de una empresa por cada trabajador, razona el economista, es menor. Un ejemplo rudimentario: si antes había en la compañía una pala por operario, ahora, con más empleados, la relación es una pala por cada dos. De este modo, esa firma, que vende quizá más porque la situación está mejor, produce lo mismo que antes con más gente, y de ahí la queja industrial: el aumento salarial no proviene de la productividad sino del margen empresarial.
Se explica en los resultados de la encuesta empresarial del Indec, difundida ayer: un 75,6% de las firmas no esperaba en abril cambios en los stocks de productos terminados en relación con marzo, y un 19,5% aguardaba incluso una baja.
Fuente: Diario La Nación.
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