Cómo gastarás tu dinero en el año 2016
Vaticinar cómo serán los hábitos de consumo en los próximos 10 años puede parecer aventurado, pero este año el Observador Cetelem celebra así la década que lleva manteniendo en su punto de mira las actitudes de los compradores.
Los hábitos del consumo: La publicación, que depende del banco homónimo, estudia sobre todo los hábitos en bienes de consumo duradero, como los muebles, un sector de la distribución al cual van destinados gran parte de los créditos que concede la entidad, explicó el director del Observador Cetelem, Salvador Maldonado.
"Aunque en la proyección de futuro siempre hay un margen de incertidumbre", admite Maldonado, "estos 10 años de estudios nos permiten constatar y verificar las tendencias, aparte de las encuestas a consumidores y expertos respecto a su opinión sobre el futuro".De cómo compramos y de lo que decimos se puede deducir cómo compraremos.
A golpe de un click: Navegar por internet para adquirir desde un libro hasta una lavadora será más común que ahora.El Observador Cetelem 2006 recuerda que la primera vez que habló de las compras en red fue en 1997, con las primeras tiendas virtuales.Entre 1998 y 2002, lo habitual era estudiar y comparar online productos y precios para ir a la tienda física a tiro hecho.La compra virtual seguirá siendo minoritaria en bienes de consumo duradero, pero se irá imponiendo en servicios como viajes y en bienes culturales. Y lo de curiosear online antes de comprar será más que una costumbre.
Polígonos temáticos: Las tiendas del mismo sector se concentrarán en la misma zona geográfica. Habrá centros comerciales monotemáticos.Si alguien quiere una computadora, la tendencia será que elija un lugar que reúna varias tiendas de informática.Y lo mismo con los muebles y la decoración, o los automóviles.Entre 1998 y 2006, esta tendencia empezó a darse con fuerza en grandes ciudades, mientras que en las pequeñas y medianas, las grandes superficies especializadas y los polígonos comerciales están "en la cresta de la ola".
Bien tratados: El consumidor será cada vez más exigente con el trato de los vendedores. Si en 1997 lo que pedía era que el vendedor le hiciera más cómoda su compra, a partir de ahora buscará a alguien "que se ponga en su piel".El consumidor busca un experto que le asesore, que "se ponga de su parte", incluso aunque parezca que va en contra de los intereses de la tienda: "Trato agradable y consejos imparciales".
Solidaridad y Ecología: La publicación apuntaba en 1997 la aceptación que programas de ayuda tenían entre los usuarios. En 1999, admitía que "a moda de la solidaridad vende", y en 2001 nació una nueva "conciencia social".En 1998 comenzaba a reflejar cierta conciencia ecologista, que da importancia a que el producto adquirido no dañe el ambiente, tendencia que creció de 1999 a 2003. Los consumidores aseguraban que estarían dispuestos a pagar más por un artículo si supieran que la empresa que lo fabrica o vende participa en programas solidarios (un 76 %) o si respeta el medio (77.6 %).En casa y con salud: Al consumidor, cada vez le gusta pasar más tiempo en casa, con su familia, en su tiempo libre y para estar con amigos y conocidos. La tendencia futura incluso contempla que parte del trabajo lo hagamos en casa: El 54.8% se mostró de acuerdo con esta idea. En casa y lo más sanos posible.El ejemplo más ilustrativo: la opinión, mantenida por el 64.3% en 2006 (el 58.4% en 2005), de que "la preocupación por la salud crecerá y nos haremos un telediagnóstico diario".
Tendencia a lo "mega": A veces, a los consultados no les agrada la realidad a la que se enfrentarán en el futuro, según el Observador Cetelem 2006.Es el caso de su apuesta por la tendencia a que las ciudades sean "cada vez más grandes, megalópolis", mientras las casas serán "cada vez más pequeñas" y en ellas "convivirán varias generaciones". Ante estas premisas, el 62.9% se manifiesta en desacuerdo.
"No ocultamos la discrepancia", dice Maldonado, "puede haber una contradicción porque los consumidores respondan más lo que les gustaría que ocurriera en vez de lo que realmente piensan que va a ocurrir. Nosotros apostamos por la gran ciudad".Así que quien quiera "disfrutar de casas más grandes" se tendrá que "desplazar a las afueras".
Por: Lila Pérez Gil, Diario El País
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