Nuevos datos negativos acrecientan los temores de recesión en los EEUU
Ayer se difundieron informes poco alentadores. Entre ellos, uno que muestra un fuerte y creciente aumento de las quiebras de las empresas norteamericanas. Analistas piensan que la mayor economía del mundo está cerca de caer en un contexto recesivo o al menos en una "dolorosa" debilidad
Hace unos meses, el fondo de inversión Cerberus Capital Management era considerado como el salvador de la industria automotriz de los Estados Unidos cuando compró Chrysler, de manos de su dueño alemán, e hizo un excelente arreglo con los gremios para recortar trabajos y beneficios en su afán de reducir costos.
Pero el 20 de noviembre último salió a la luz que los banqueros que financiaban la operación habían desistido en sus esfuerzos por la dificultad en vender una deuda de 4.000 millones de dólares de la que se hizo cargo cuando compró Chrysler. Los inversores miraron hacia otro lado.Cerberus también recibió un severo golpe dados los crecientes problemas en GMAC, el brazo financiero de General Motors, en el cual compró una participación del 51% -valuado en 14.000 millones de dólares- el año pasado.
GMAC reportó una pérdida neta de 1.600 millones de dólares en el tercer trimestre, un fuerte incremento si se considera que el año anterior, durante el mismo período de tiempo, esas pérdidas fueron de 173 millones de dólares.A fin de crear más controversias, el 14 de noviembre pasado, Cerberus dio marcha atrás de la compra de 4.000 millones de dólares que iba a realizar adquiriendo United Rentals, una empresa que alquila herramientas eléctricas.
Esto dio lugar a un torbellino de críticas y rumores, a punto tal la famosa compañía de capitales privados estuvo obligada a romper su voto de silencio, y salir a defenderse diciendo a The Wall Street Journal que los ataques contra su credibilidad e integridad eran “infundados” y que aún disponía de más de 10.000 millones de dólares de liquidez.
El caso Cerberus es un claro indicador de cómo la crisis financiera afecta al mundo de los negocios. Los capitales privados destinados a las inversiones productivas dependen fuertemente del apalancamiento, es decir, de tomar deuda a una tasa relativamente baja para luego invertir ese capital en algún negocio que asegure una rentabilidad superior a los inversores. El actual panorama mundial, signado por la menor liquidez y el encarecimiento del crédito, hizo que las nuevas operaciones hayan disminuido bruscamente. Nadie realmente supone que esta situación se revierta en el corto plazo. Los bancos se ven obligados a dar a conocer grandes cancelaciones, contribuyendo así con el miedo generalizado en los Estados Unidos de una recesión directa o indirectamente.
Indirectamente, debido a la gran cantidad de malas noticias que da, y directamente como consecuencia de políticas restrictivas de crédito que limitan la posibilidad de otorgarlos a los bancos.El consumidor norteamericano se enfrenta a una combinación poco común de dificultades, explica a The Economist Ian Shepherdson, desde una firma de investigación: “Los precios del petróleo están escalando, los precios de las propiedades siguen cayendo súbitamente y existen señales tempranas de que el mercado del trabajo también se está debilitando”.
Síntomas
Existen predicciones no muy felices acerca del futuro del gasto de consumidor. Las ventas de automotores, se reducirían de 16,5 millones (año pasado) a 16 millones (este año). El futuro para el 2008 es aún peor. Incluso hay proyecciones más pesimistas: Jerry York, ex miembro de la junta de directores de General Motors, ve que las ventas totales alcanzarán los 15,5 millones. Thomas Stallkamp, ex-presidente de Chrysler, estima que oscilarán entre los 14,5 millones y 15 millones.
Si se llegase a dar este último pronóstico, representaría la caída más grande desde 1991, cuando los estadounidenses se encontraban inmersos en el medio de una recesión.Si bien existen signos que amortiguan los malos presagios que se dan en la principal economía del mundo: las ganancias corporativas se mantienen en altos valores y muchas de las firmas han sacado ventaja de los años de abundancia como para poner en orden sus balances, parece que no es suficiente.
Así, Home Depot afirmó que no puede continuar con su plan de recompra accionaria porque no lo puede sostener económicamente. En las encuestas más recientes:
El 20% de los oficiales de préstamos de los bancos informó que las condiciones de los préstamos se han hecho más estrictas para las firmas que son grandes o de mediana envergadura.
Las encuestas de las pequeñas empresas sugiere que se esta haciendo cada vez mas difícil encontrar el crédito que ellas necesitan para poder crecer.
Entre el 12 de junio y el 19 de noviembre últimos, la expansión en los diferenciales de los índices de interés (spread) entre la deuda de alto rendimiento y los bonos de Tesorería se duplicaron, desde un 2,6% a un 5,2%.
Alrededor del 42% de los bonos corporativos de alto rendimiento fueron clasificados como B-, o menores.
Más aún, alrededor de 160.000 millones de dólares en préstamos apalancados tienen vencimiento el año entrante. Hacer una refinanciación de estos prestamos puede resultar dificultoso dados los mercados financieros actuales.
Una firma de investigación ha calculado que una severa recesión podría hacer crecer la tasa de mora de los bonos corporativos a una cifra récord (entre el 16% y el 20%), cifra bastante más alta que la registrada en 1991. De ser así, los prestamistas le darán la espalda no solo a Cerberus sino también a muchísimas otras firmas que necesitan del capital apalancado. Ultimos anunciosFrente a todo ese panorama no muy alentador, este miércoles se conocieron datos que acrecientan los temores a una recesión: una caída en las ventas de viviendas y un fuerte aumento en la cantidad de quiebras.
Con relación al mercado inmbiliario, por octavo mes consecutivo las ventas de casas usadas descendieron, a medida que continuaban los problemas en los mercados de crédito, informó la Asociación Nacional de Agentes Inmobiliarios, o NAR por sus siglas en inglés.
Así, las ventas de viviendas usadas disminuyeron a una tasa anual de 4,97 millones de dólares, lo que equivale a un descenso de 1,2 por ciento frente a la tasa anual de 5,03 millones de dólares registrada en septiembre.
El ritmo de ventas fue el más bajo desde que en 1999 se comenzaron a llevar registros, tantos sobre las casas unifamiliares como sobre los condominios.En tanto, este miércoles un informe mostró que las quiebras de empresas norteamericanas aumentaron un 35% en el tercer trimestre del 2007, respecto del mismo período del año anterior, y posiblemente suban más en el cuarto trimestre. El estudio, de la aseguradora de crédito Euler Hermes ACI, dijo que el alza se produjo en medio de las consecuencias de la crisis del mercado de viviendas y precios más altos de la energía.
El Libro Beige
En ese marco, la Reserva Federal (FED) dio a conocer este miércoles su Libro Beige, que muestra un análisis coyuntural. Allí, la entidad que conduce Ben Bernanke asegura que el crecimiento se desaceleró desde octubre con un consumo flojo al aproximarse las fiestas y una actividad industrial estable, en un contexto de persistente debilitamiento del inmobiliario.
"La actividad económica continuó creciendo en octubre y comienzos de noviembre pero a un ritmo reducido", subraya el informe de coyuntura. Los gastos de consumo se mantuvieron "relativamente flojos" y los comerciantes indicaron que esperan "una temporada de fiestas calma, con leves aumentos del volumen de sus ventas, en relación al año pasado".
La actividad industrial registró "pocos cambios en general" en relación al período anterior (setiembre y comienzos de octubre). Un aumento de la actividad fue señalada en el turismo, aunque decreció la actividad en los transportes.
El documento destaca el continuo debilitamiento del sector inmobiliario residencial. "La demanda en el inmobiliario residencial se mantiene bastante deprimida, con solamente algunas señales dispersas -y a confirmar- de estabilización en la desaceleración general", subraya la Fed.
Los responsables de la FED se mostraron confiados por el contrario en materia de inflación, señalando que "las presiones alcistas sobre los precios de bienes y servicios se mantienen moderadas en conjunto", aunque son "significativas para los productos y servicios relacionados con los productos alimentarios y la energía". Las presiones sobre los salarios en particular se mantienen sin cambios, subrayó la Fed, cuyo Comité de política monetario se reunirá el 11 de diciembre para debatir sobre una eventual reducción de sus tasas de interés.
La economía de los EEUU podría esquivar el disparo de la recesión en el año que se avecina, pero es casi seguro que vendrán meses de lento crecimiento que pesarán fuertemente sobre las empresas y los consumidores. Los economistas esperan que los problemas en los sectores financiero y de vivienda se profundicen y muchos ya han recortado sus pronósticos de crecimiento de la economía estadounidense debido a que las tensiones en el mercado de crédito retornaron en las últimas semanas.
Aunque la vivienda representa un pequeño porcentaje relativo de la economía, tiene efectos desproporcionados en la conducta del consumidor debido al "efecto riqueza". La gente gasta más en base a su percepción del valor de sus hogares.
Al bajar los precios de las viviendas y endurecerse el crédito, un creciente coro de economistas piensa que la mayor economía del mundo está cerca de caer en una recesión, e incluso aquellos que no ven una intensa desaceleración, alertan sobre un alza del desempleo y potenciales recortes salariales cuando las empresas busquen apretarse el cinturón.
"Creo que en este punto es más probable que haya una recesión", dijo Mark Zandi, jefe economista de Moody's. "Todavía es posible que podamos eludir la recesión, pero será imposible evitar lo que vemos como una economía muy débil hasta la próxima primavera (boreal), y eso será muy doloroso".
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