¿Cuáles son las alternativas conservadoras para invertir?
Si se tiene en cuenta que de aquí a fin de año hay que moverse con cautela por la crisis de EEUU, conviene analizar inversiones menos riesgosas
Octubre es uno de los meses particularmente peligrosos para especular con acciones. Los otros son julio, enero, septiembre, abril, noviembre, mayo, marzo, junio, diciembre, agosto y febrero”. La frase corresponde al famoso escritor y periodista estadounidense conocido como Mark Twain (seudónimo que acuñó Samuel Langhorne Clemens cuando quiso mantener el anonimato de su verdadero nombre). Medio en chiste y medio en serio, como él quiso trasmitirlo, podría decirse que la idea tranquilamente está sobrevolando en la mente de los inversores.
Wall Street no termina de depurar la corrección, por ende los mercados emergentes tampoco, con lo cual es difícil saber “dónde está el piso” (o cuándo terminará de estabilizarse), de acuerdo a El Cronista en su edición impresa del jueves. Con muchas más dudas que certezas, entonces, aquéllos que tienen unos billetes para apostar en el mercado de capitales están tentados de volverse conservadores. ¿Es mala idea? “Más allá de querer serlo o no, hoy por hoy existen alternativas conservadoras que son muy redituables.
La relación riesgo/retorno hace que los activos menos riesgosos sean una buena opción”, comenta Antonio Cejuela, jefe de research de Puente Hermanos. Incluso, continúa, lo mismo se ve en los bonos ya que los más cortos rinden lo mismo que los largos. ¿Para qué arriesgarse entonces?Así las cosas, alternativas que no sean la tradicional acumulación de acciones o de bonos, ambos con pronóstico reservado hasta que Bernanke (llegado el caso) pinche las tasas el 11 de diciembre, se encuentran en el menú inversor.
Incluso, no son pocos los que creen que de producirse el publicitado rally de fin de año (con delay porque se esperaba en noviembre según la mitología bursátil) sería selectivo.“De acá a fin de año hay que manejarse con cautela porque la crisis de EE.UU. va a durar hasta mediados de 2008”, acota Mariano Tavelli, vicepresidente de Tavelli & Cía al mismo matutino. Meses más, meses menos, los operadores saben que la volatilidad va a seguir a la orden del día y por eso recomiendan estar en puntas de pie.
Cheques de pago diferido: El instrumento es uno de los más tenidos en cuenta entre los operadores de la city. Recomiendan los avalados por las Sociedades de Garantía Recíproca (SGR) para darle más tranquilidad al inversor ya que éstas se hacen cargo del pago en caso de incumplimiento. Las tasas que están pagando los cheques rondan el 13,25% a diciembre y 15,50% a enero, por ejemplo. A febrero, están pagando el 16% anual. “Son una buena alternativa para el corto plazo y así tratar de estar cubierto en una época de volatilidad, además de ser muy líquidos”, dijeron desde Research For Traders, la compañía de Darío Epstein.
Cauciones bursátiles: Desde el lado del inversor, la operatoria es como una especie de préstamo que se le hace al mercado. Uno coloca el dinero y del otro lado dejan en caución una serie de activos (como las acciones) garantizados por el Mercado de Valores que actúa de contraparte.
“Es una alternativa para aquellos que tengan liquidez y no quieren estar operando con el banco”, señala Tavelli. Las cauciones a 7 días pagan una tasas que ronda el 10,5% anual y a 31 días hasta el 11,3%. Se negocian alrededor de $ 90-100 millones diarios en cauciones lo que garantiza la liquidez de las operaciones y muestra el dinamismo de ése mercado.
Fideicomisos financieros: Activos muy conocidos por los inversores debido a la explosión de los últimos años en cuanto al volumen y la cantidad de emisiones. Las colocaciones de las empresas de consumo que securitizan parte de su cartera de activos (como el caso de Consubond) está rindiendo entre 17% y 18% a 9 o 10 meses de plazo. “Son muy recomendables para un inversor conservador. Incluso porque se hallan emisiones en dólares, como las Secupyme, que rinden entre el 7% y 8% en moneda dura”, recuerda Cejuela. “El gran problema con los fideicomisos es que tenés que estar a finish porque el mercado secundario es muy reducido. En caso de necesitar liquidez ese instrumento no es muy aconsejable”, relató Juan Diedrichs, asesor financiero en Capital Markets Argentina.
Lebac y Nobac: Las emisiones que realiza el Banco Central (BCRA) ya no son lo que eran. Desde que se desató la crisis financiera, por agosto, la autoridad monetaria hizo que las nuevas licitaciones tengan que quedar en poder de quienes las adquirían. Así, lo que se compra en el mercado son las emisiones “viejas”. El jefe de research de Puente mencionó que las Nobac con vencimiento al 19 de diciembre están rindiendo el 14,5% anual. Desde Research For Traders recomendaron incluso un arbitraje entre el PRE8, un bono corto, hacia las Lebac que pagan –a un año de plazo– el 16% contra el mencionado título público que muestra un retorno del 18,5%.
Fondos comunes de renta fija de corto plazo: Con los tradicionales FCI el inversor puede obtener la liquidez que, según el activo donde quiera posicionarse, carecería. Sucede que se compra una cuotaparte de uno de estos fondos que abundan en el mercado y se puede liquidar la posición en hasta 72 horas. Estos fondos de corto plazo invierten en cauciones, fideicomisos, cheques, bonos, Letras, etc.. Muchos inversores entran justamente en esta clase de activos porque al estar diversificado, y poder salir con rapidez, le da la confianza de no quedarse “pegado” con un instrumento ilíquido.
Fuente: Infobaeprofesional
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