Argentina: Mejoró La Distribución Del Ingreso Durante El Ultimo Año
La marcha de la economía: Encuesta Permanente de Hogares
La brecha entre lo que gana el 10% más rico y el 10% más pobre se redujo de 42 a 35 veces.
La distribución del ingreso exhibió una mejora en el último año porque el aumento en el nivel de actividad se tradujo en un incremento del empleo y de los salarios más rezagados, según los datos difundidos ayer por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
El organismo informó que la brecha del ingreso per cápita familiar entre el 10% más rico y el 10% más pobre de la población se redujo de 42 a 35 veces en el tercer trimestre del año respecto del mismo período de 2005. Si se compara el resultado con los dos años previos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) se confirma esta tendencia, ya que entre julio y septiembre de 2003 la brecha estaba en 56 veces y en 2004 se había ubicado en 42.
Si se observa el coeficiente Gini -que mide la distribución en toda la sociedad- la cifra cayó de un pico de 0,53 a 0,49 entre el tercer trimestre de 2003 y el mismo período de este año. En el Gini, el número cero indica una situación de absoluta igualdad y el 1, de total iniquidad.
Según el Ministerio de Economía, el Gini se redujo en 1,4 puntos porcentuales en el último año y "muestra el mejor valor desde abril de 1996".
Al comparar la distribución respecto de mayo de 2002 -en la salida de la crisis- "se observa una caída de 6 puntos porcentuales y de 4 puntos porcentuales respecto de mayo de 2003".
El Palacio de Hacienda detalló que los resultados reflejan los siguientes factores del mercado laboral:
La tasa de empleo "se encuentra en niveles cercanos al 42%, récord de los últimos 15 años, y la creación interanual de empleo urbano fue de 385.000 puestos, con mejoras sensibles en la calidad, ya que el empleo sin planes creció casi el doble".
La evolución en las cantidades se ve "complementada por mejoras en los ingresos provocadas por el propio desempeño del mercado y la política de ingresos implementada por el Estado", ya que el salario mínimo pasó de $ 760 en agosto a $ 800 en noviembre.
El incremento de los salarios del sector formal también tiene su correlato en "una cantidad récord de convenios colectivos", aunque las remuneraciones de los trabajadores en negro crecieron el 12% frente al 10% de los formales.
Polémica entre los economistas
La interpretación de los datos oficiales fue diferente entre los economistas consultados por LA NACION. Por un lado, Roberto Frenkel, del Centro de Estudios de Estado y Sociedad (Cedes), dijo que hay "una tendencia clara a la mejora en la distribución por la mejora salarial y en el empleo". En cambio, Osvaldo Giordano del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa), afirmó que si bien "hay una mejora interanual en la distribución, desde principios de este año el indicador se estabilizó y, más aún, en el tercer trimestre ya hay indicadores que reflejan destrucción del empleo".
Por esta razón, según Giordano, "se prende una luz amarilla a partir del aumento en las regulaciones laborales que dificultan la contratación de personas". Además, afirmó, será difícil consolidar la mejora en los indicadores sociales -como la pobreza y la distribución- en la medida en que se modere el crecimiento del PBI.
Pero Frenkel dijo que "no hay señales de destrucción de empleo" y aclaró que "no necesariamente crecer más mejora la distribución; de hecho, en la convertibilidad crecía la economía, pero empeoraron los indicadores desde 1994".
En tanto, el titular de la Sociedad de Estudios Laborales (SEL), Ernesto Kritz, consideró que hay "una mejora en el ingreso total, pero no existe una mejora correlativa en la desigualdad; es decir, los ingresos crecen menos en los deciles más bajos de la sociedad que en los más altos y por eso el Gini no mejora tanto".
Más tajante, el diputado y economista Claudio Lozano, del bloque Emancipación y Justicia, indicó que "la EPH no refleja la realidad porque subestima los ingresos de los sectores más ricos, por lo que no es una buena medida para mostrar la desigualdad, que no ha bajado".
"En estos cuatro años de crecimiento, casi nada cambió respecto de 2001; en todo caso, la mejora es en los tramos medios de la sociedad más que en los pobres, porque el Gobierno utiliza instrumentos (como la suba de las asignaciones familiares) que corresponden a una economía con mayor empleo formal", concluyó.
En cuanto a los caminos para reducir más la brecha de ingresos, Giordano opinó que es necesario "reducir la burocracia y mejorar la eficacia del gasto social, que es clientelar y complejo".
Por su parte, Frenkel dijo que el "crecimiento equilibrado del PBI con un dólar alto mejora el empleo y la distribución del ingreso monetario, pero la clave para una distribución integral mejor es salud, educación, vivienda e infraestructura".
Fuente: http://www.lanacion.com.ar
La brecha entre lo que gana el 10% más rico y el 10% más pobre se redujo de 42 a 35 veces.
La distribución del ingreso exhibió una mejora en el último año porque el aumento en el nivel de actividad se tradujo en un incremento del empleo y de los salarios más rezagados, según los datos difundidos ayer por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
El organismo informó que la brecha del ingreso per cápita familiar entre el 10% más rico y el 10% más pobre de la población se redujo de 42 a 35 veces en el tercer trimestre del año respecto del mismo período de 2005. Si se compara el resultado con los dos años previos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) se confirma esta tendencia, ya que entre julio y septiembre de 2003 la brecha estaba en 56 veces y en 2004 se había ubicado en 42.
Si se observa el coeficiente Gini -que mide la distribución en toda la sociedad- la cifra cayó de un pico de 0,53 a 0,49 entre el tercer trimestre de 2003 y el mismo período de este año. En el Gini, el número cero indica una situación de absoluta igualdad y el 1, de total iniquidad.
Según el Ministerio de Economía, el Gini se redujo en 1,4 puntos porcentuales en el último año y "muestra el mejor valor desde abril de 1996".
Al comparar la distribución respecto de mayo de 2002 -en la salida de la crisis- "se observa una caída de 6 puntos porcentuales y de 4 puntos porcentuales respecto de mayo de 2003".
El Palacio de Hacienda detalló que los resultados reflejan los siguientes factores del mercado laboral:
La tasa de empleo "se encuentra en niveles cercanos al 42%, récord de los últimos 15 años, y la creación interanual de empleo urbano fue de 385.000 puestos, con mejoras sensibles en la calidad, ya que el empleo sin planes creció casi el doble".
La evolución en las cantidades se ve "complementada por mejoras en los ingresos provocadas por el propio desempeño del mercado y la política de ingresos implementada por el Estado", ya que el salario mínimo pasó de $ 760 en agosto a $ 800 en noviembre.
El incremento de los salarios del sector formal también tiene su correlato en "una cantidad récord de convenios colectivos", aunque las remuneraciones de los trabajadores en negro crecieron el 12% frente al 10% de los formales.
Polémica entre los economistas
La interpretación de los datos oficiales fue diferente entre los economistas consultados por LA NACION. Por un lado, Roberto Frenkel, del Centro de Estudios de Estado y Sociedad (Cedes), dijo que hay "una tendencia clara a la mejora en la distribución por la mejora salarial y en el empleo". En cambio, Osvaldo Giordano del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa), afirmó que si bien "hay una mejora interanual en la distribución, desde principios de este año el indicador se estabilizó y, más aún, en el tercer trimestre ya hay indicadores que reflejan destrucción del empleo".
Por esta razón, según Giordano, "se prende una luz amarilla a partir del aumento en las regulaciones laborales que dificultan la contratación de personas". Además, afirmó, será difícil consolidar la mejora en los indicadores sociales -como la pobreza y la distribución- en la medida en que se modere el crecimiento del PBI.
Pero Frenkel dijo que "no hay señales de destrucción de empleo" y aclaró que "no necesariamente crecer más mejora la distribución; de hecho, en la convertibilidad crecía la economía, pero empeoraron los indicadores desde 1994".
En tanto, el titular de la Sociedad de Estudios Laborales (SEL), Ernesto Kritz, consideró que hay "una mejora en el ingreso total, pero no existe una mejora correlativa en la desigualdad; es decir, los ingresos crecen menos en los deciles más bajos de la sociedad que en los más altos y por eso el Gini no mejora tanto".
Más tajante, el diputado y economista Claudio Lozano, del bloque Emancipación y Justicia, indicó que "la EPH no refleja la realidad porque subestima los ingresos de los sectores más ricos, por lo que no es una buena medida para mostrar la desigualdad, que no ha bajado".
"En estos cuatro años de crecimiento, casi nada cambió respecto de 2001; en todo caso, la mejora es en los tramos medios de la sociedad más que en los pobres, porque el Gobierno utiliza instrumentos (como la suba de las asignaciones familiares) que corresponden a una economía con mayor empleo formal", concluyó.
En cuanto a los caminos para reducir más la brecha de ingresos, Giordano opinó que es necesario "reducir la burocracia y mejorar la eficacia del gasto social, que es clientelar y complejo".
Por su parte, Frenkel dijo que el "crecimiento equilibrado del PBI con un dólar alto mejora el empleo y la distribución del ingreso monetario, pero la clave para una distribución integral mejor es salud, educación, vivienda e infraestructura".
Fuente: http://www.lanacion.com.ar
Editado por Paola Totonelli, Equipo de Redacción de www.proactivos.com
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