Argentina: La Ley De Emergencia Económica Tiene Un Año Más De Prórroga
Por cuarta vez consecutiva, el Congreso prorrogó por un año más la ley de emergencia económica, la cual se sancionó en enero de 2002, tras el estallido de la crisis.
Pese a la sensible mejora en los índices económicos que se produjo desde entonces, el oficialismo en la Cámara de Diputados impuso su mayoría para mantener vigente esta ley de excepción, que en los hechos significa una nueva delegación de facultades en el Poder Ejecutivo.
La oposición, impotente por su debilidad numérica (perdió la votación por 122 a 87 votos), advirtió en vano que la situación actual no ameritaba la prórroga y fustigó que bajo el paraguas de una "emergencia" se cedieran más superpoderes al Gobierno. Propuso como alternativa que sólo se extendiera por otro año la emergencia social; así lo plantearon los bloques del radicalismo, Pro, socialismo y del Justicialismo Nacional, que impulsa a Roberto Lavagna. No tuvieron éxito.
La ley aprobada ayer prorroga la emergencia sanitaria, ocupacional y alimentaria, como también el plan Jefes y Jefas de Hogar. La ley, además, extiende el plazo para renegociar los contratos con las empresas de servicios públicos -del total de 64 contratos, 29 quedan aún sin definir-. Asimismo, se mantiene el porcentaje adicional del 50 por ciento en las indemnizaciones de aquellos empleados contratados antes de 2003 y que resulten despedidos.
¿Cómo hicieron los diputados oficialistas para justificar una nueva ley de emergencia, cuando siempre se han ufanado, en sus discursos, de la mejora de los índices económicos? Esta contradicción no les significó problema alguno: admitieron, sí, que la situación del país ha mejorado, pero, precisamente por ello, se necesita la ley de emergencia para seguir en la misma senda.
"Justamente este éxito amerita una nueva prórroga, para resolver las deudas pendientes", intentó convencer el diputado Carlos Snopek (PJ-Jujuy).
"Desde esa visión, la emergencia debería ser entonces prorrogada en forma eterna; siempre en un país habrá cosas por resolver", refutó Jorge Sarghini (Justicialismo Nacional-Buenos Aires).
Junto con Sarghini, el resto de la oposición se opuso al proyecto oficialista. "Es vergonzoso que en lugar de discutir estrategias para asegurar a la población condiciones sociales dignas para su desarrollo el Congreso se la pase delegando sus facultades al Ejecutivo", enfatizó Adrián Pérez (Buenos Aires).
Planes y servicios públicos
El socialista Hermes Binner (Santa Fe), que firmó un dictamen alternativo junto a Pro, radicalismo y el peronismo crítico, se expresó proclive a un paulatino abandono del plan jefes y jefas por "planes de trabajo".
Su par Esteban Bullrich (Pro-Capital) propuso acotar el plazo a 180 días para renegociar los contratos de servicios públicos, mientras que el jujeño Miguel Giubergia insistía en prorrogar únicamente la emergencia social "para darle una respuesta al 30% de la población por debajo de la línea de pobreza".
Las propuestas alternativas cayeron en balde, pese a las advertencias del radical Oscar Aguad (Córdoba) y de Jorge Vanossi (Pro-Capital) para que se pusiera punto final a la emergencia para restablecer la seguridad jurídica. El jefe del bloque kirchnerista, Agustín Rossi (Santa Fe), refutó las críticas. "La palabra emergencia tiene dos acepciones: una, de algo transitorio; la otra, de emerger, salir a flote. La Argentina está saliendo a flote y hay que ayudar al Estado a fortalecer su cuerpo social", enfatizó.
Fuente: http://www.lanacion.com.ar
Pese a la sensible mejora en los índices económicos que se produjo desde entonces, el oficialismo en la Cámara de Diputados impuso su mayoría para mantener vigente esta ley de excepción, que en los hechos significa una nueva delegación de facultades en el Poder Ejecutivo.
La oposición, impotente por su debilidad numérica (perdió la votación por 122 a 87 votos), advirtió en vano que la situación actual no ameritaba la prórroga y fustigó que bajo el paraguas de una "emergencia" se cedieran más superpoderes al Gobierno. Propuso como alternativa que sólo se extendiera por otro año la emergencia social; así lo plantearon los bloques del radicalismo, Pro, socialismo y del Justicialismo Nacional, que impulsa a Roberto Lavagna. No tuvieron éxito.
La ley aprobada ayer prorroga la emergencia sanitaria, ocupacional y alimentaria, como también el plan Jefes y Jefas de Hogar. La ley, además, extiende el plazo para renegociar los contratos con las empresas de servicios públicos -del total de 64 contratos, 29 quedan aún sin definir-. Asimismo, se mantiene el porcentaje adicional del 50 por ciento en las indemnizaciones de aquellos empleados contratados antes de 2003 y que resulten despedidos.
¿Cómo hicieron los diputados oficialistas para justificar una nueva ley de emergencia, cuando siempre se han ufanado, en sus discursos, de la mejora de los índices económicos? Esta contradicción no les significó problema alguno: admitieron, sí, que la situación del país ha mejorado, pero, precisamente por ello, se necesita la ley de emergencia para seguir en la misma senda.
"Justamente este éxito amerita una nueva prórroga, para resolver las deudas pendientes", intentó convencer el diputado Carlos Snopek (PJ-Jujuy).
"Desde esa visión, la emergencia debería ser entonces prorrogada en forma eterna; siempre en un país habrá cosas por resolver", refutó Jorge Sarghini (Justicialismo Nacional-Buenos Aires).
Junto con Sarghini, el resto de la oposición se opuso al proyecto oficialista. "Es vergonzoso que en lugar de discutir estrategias para asegurar a la población condiciones sociales dignas para su desarrollo el Congreso se la pase delegando sus facultades al Ejecutivo", enfatizó Adrián Pérez (Buenos Aires).
Planes y servicios públicos
El socialista Hermes Binner (Santa Fe), que firmó un dictamen alternativo junto a Pro, radicalismo y el peronismo crítico, se expresó proclive a un paulatino abandono del plan jefes y jefas por "planes de trabajo".
Su par Esteban Bullrich (Pro-Capital) propuso acotar el plazo a 180 días para renegociar los contratos de servicios públicos, mientras que el jujeño Miguel Giubergia insistía en prorrogar únicamente la emergencia social "para darle una respuesta al 30% de la población por debajo de la línea de pobreza".
Las propuestas alternativas cayeron en balde, pese a las advertencias del radical Oscar Aguad (Córdoba) y de Jorge Vanossi (Pro-Capital) para que se pusiera punto final a la emergencia para restablecer la seguridad jurídica. El jefe del bloque kirchnerista, Agustín Rossi (Santa Fe), refutó las críticas. "La palabra emergencia tiene dos acepciones: una, de algo transitorio; la otra, de emerger, salir a flote. La Argentina está saliendo a flote y hay que ayudar al Estado a fortalecer su cuerpo social", enfatizó.
Fuente: http://www.lanacion.com.ar
Editado por Paola Totonelli, Equipo de Redacción de www.Proactivos.com
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