Murió Milton Friedman, El padre De Los "Chicago Boys"
El economista estadounidense, Premio Nobel, fue el liberal más influyente en el último tercio del siglo XX. De su "escuela" de Chicago salieron varios discípulos con influencia en todo el mundo, incluida Argentina.
El economista estadounidense Milton Friedman, padre del moderno monetarismo y Premio Nobel, murió ayer a los 94 años en San Francisco. Lo informó la Fundación Friedman desde Indianápolis.
Friedman fue quizá el economista más influyente en el último tercio del siglo XX, un líder del conservadurismo. Y sus libros (Capitalismo y libertad, Historia monetaria de EE.UU. —con Anna Schwartz— o Libertad de elegir) y su pensamiento emanados de la Universidad de Chicago repercutieron en gobiernos como los de Ronald Reagan en su país, Margaret Thatcher en Gran Bretaña, las dictaduras setentistas de Argentina y Chile, o más recientemente en República Checa.
Desde los años '50, la batalla de Friedman, como antes lo había sido del austríaco anticomunista Friedrich von Hayek, fue contra el keynesianismo dominante tras la II Guerra Mundial. Las teorías del británico John Keynes habían sido clave para salvar al capitalismo, en honda crisis desde 1929, mediante un Estado interventor, lo que en EE.UU. arraigó en el presidente Franklyn Roosevelt.
Keynes murió en 1946, pero su impronta quedó en la nueva regulación mundial encarnada en organismos como el FMI —que luego derivaron hacia otras políticas— o en el estructuralismo económico expandido por el mundo. Y Friedman emprendió una cruzada contra tal hegemonía, atacando el rol de los gobiernos a los que sólo les asignaba el derecho de controlar la oferta de dinero, que para él generaba inflación. De a poco, el monetarismo fue prevaleciendo.
Dos fechas son clave en su vida profesional. En 1968 presentó su tesis consagratoria sobre la "tasa natural de desempleo". Y en 1976 ganó el Nobel. Pero además, 1968 fue el punto de quiebre (para estudiosos como Immanuel Wallerstein o Theotonio dos Santos) entre los senderos de crecimiento del capitalismo mundial, con beneficios para todas sus clases, y las políticas de ajuste una vez que el poder más concentrado reaccionó contra el avance social y a favor de recomponer las ganancias empresarias que venían en baja.
Y 1976 importa en Argentina pues ese año se instaló la última dictadura con el monetarismo como eje de su plan económico. Fue la época del ministro José Martínez de Hoz y sus "Chicago boys" como Adolfo Diz, seguidores de Friedman. El menemismo lo retomaría en los '90 con la entrega del Ministerio de Economía y el Banco Central a economistas como Roque Fernández, Pedro Pou, Carlos Rodríguez, Carola Pessino o Pablo Guidotti.
Ya en Chile, con la dictadura de Augusto Pinochet desde 1973, sus fieles (Sergio de Castro, Rolf Lüders, Hernán Bücchi, Sergio de la Cuadra y otros) también se habían instalado en el poder con su énfasis en las privatizaciones, el "libre mercado" y el desmantelamiento del Estado.
Ayer lo alabaron adeptos y contrincantes (Paul Samuelson o John Galbraith, fallecido este año, fueron tan rivales intelectuales de él como amigos). Para el ex jefe de la Reserva Federal, Alan Greenspan, "su legado académico durará mucho tiempo". Y Paul Krugman lo recordó como "un intelectual decisivo de la posguerra", sobre todo por su idea de que la recesión (y el desempleo) combinada con la inflación derivarían en un fenómeno nuevo, la estanflación. Tal fue acaso el punto en que desmontó a los keynesianos del dominio intelectual de la ciencia económica. Friedman advertía una crisis , y en los '70 acabó el ciclo de prosperidad capitalista de posguerra.
Friedman era un brillante polemista. Otro Nobel como Robert Solow, del MIT, lo recordó como uno de los mejores del EE.UU.. Ya retirado, siguió escribiendo en revistas o alentando sus ideas en Vietnam o China. "Privaticen", decía. Liberal, estaba a favor de legalizar las drogas y en contra de la educación pública que "lleva al socialismo", y aún de que fuera el Estado el que diera títulos habilitantes (incluido de médico) o hasta licencias de conducir o de ningún tipo.
Nacido en Brooklyn, hijo de inmigrantes checos, estudió con profesores como el Nobel Simon Kuznetz o Arthur Burns, futuro jefe de la Fed. Se doctoró en Columbia y en 1948 entró a Chicago. En 1983 pasó a Stanford. Y tenía una Fundación con su mujer Rose Director, otra gran economista madre de sus 2 hijos.
Fuente: http://www.clarin.com
El economista estadounidense Milton Friedman, padre del moderno monetarismo y Premio Nobel, murió ayer a los 94 años en San Francisco. Lo informó la Fundación Friedman desde Indianápolis.
Friedman fue quizá el economista más influyente en el último tercio del siglo XX, un líder del conservadurismo. Y sus libros (Capitalismo y libertad, Historia monetaria de EE.UU. —con Anna Schwartz— o Libertad de elegir) y su pensamiento emanados de la Universidad de Chicago repercutieron en gobiernos como los de Ronald Reagan en su país, Margaret Thatcher en Gran Bretaña, las dictaduras setentistas de Argentina y Chile, o más recientemente en República Checa.
Desde los años '50, la batalla de Friedman, como antes lo había sido del austríaco anticomunista Friedrich von Hayek, fue contra el keynesianismo dominante tras la II Guerra Mundial. Las teorías del británico John Keynes habían sido clave para salvar al capitalismo, en honda crisis desde 1929, mediante un Estado interventor, lo que en EE.UU. arraigó en el presidente Franklyn Roosevelt.
Keynes murió en 1946, pero su impronta quedó en la nueva regulación mundial encarnada en organismos como el FMI —que luego derivaron hacia otras políticas— o en el estructuralismo económico expandido por el mundo. Y Friedman emprendió una cruzada contra tal hegemonía, atacando el rol de los gobiernos a los que sólo les asignaba el derecho de controlar la oferta de dinero, que para él generaba inflación. De a poco, el monetarismo fue prevaleciendo.
Dos fechas son clave en su vida profesional. En 1968 presentó su tesis consagratoria sobre la "tasa natural de desempleo". Y en 1976 ganó el Nobel. Pero además, 1968 fue el punto de quiebre (para estudiosos como Immanuel Wallerstein o Theotonio dos Santos) entre los senderos de crecimiento del capitalismo mundial, con beneficios para todas sus clases, y las políticas de ajuste una vez que el poder más concentrado reaccionó contra el avance social y a favor de recomponer las ganancias empresarias que venían en baja.
Y 1976 importa en Argentina pues ese año se instaló la última dictadura con el monetarismo como eje de su plan económico. Fue la época del ministro José Martínez de Hoz y sus "Chicago boys" como Adolfo Diz, seguidores de Friedman. El menemismo lo retomaría en los '90 con la entrega del Ministerio de Economía y el Banco Central a economistas como Roque Fernández, Pedro Pou, Carlos Rodríguez, Carola Pessino o Pablo Guidotti.
Ya en Chile, con la dictadura de Augusto Pinochet desde 1973, sus fieles (Sergio de Castro, Rolf Lüders, Hernán Bücchi, Sergio de la Cuadra y otros) también se habían instalado en el poder con su énfasis en las privatizaciones, el "libre mercado" y el desmantelamiento del Estado.
Ayer lo alabaron adeptos y contrincantes (Paul Samuelson o John Galbraith, fallecido este año, fueron tan rivales intelectuales de él como amigos). Para el ex jefe de la Reserva Federal, Alan Greenspan, "su legado académico durará mucho tiempo". Y Paul Krugman lo recordó como "un intelectual decisivo de la posguerra", sobre todo por su idea de que la recesión (y el desempleo) combinada con la inflación derivarían en un fenómeno nuevo, la estanflación. Tal fue acaso el punto en que desmontó a los keynesianos del dominio intelectual de la ciencia económica. Friedman advertía una crisis , y en los '70 acabó el ciclo de prosperidad capitalista de posguerra.
Friedman era un brillante polemista. Otro Nobel como Robert Solow, del MIT, lo recordó como uno de los mejores del EE.UU.. Ya retirado, siguió escribiendo en revistas o alentando sus ideas en Vietnam o China. "Privaticen", decía. Liberal, estaba a favor de legalizar las drogas y en contra de la educación pública que "lleva al socialismo", y aún de que fuera el Estado el que diera títulos habilitantes (incluido de médico) o hasta licencias de conducir o de ningún tipo.
Nacido en Brooklyn, hijo de inmigrantes checos, estudió con profesores como el Nobel Simon Kuznetz o Arthur Burns, futuro jefe de la Fed. Se doctoró en Columbia y en 1948 entró a Chicago. En 1983 pasó a Stanford. Y tenía una Fundación con su mujer Rose Director, otra gran economista madre de sus 2 hijos.
Fuente: http://www.clarin.com
Editado por Paola Totonelli, Equipo de Redacción de www.proactivos.com
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