Para Invertir, Paolo Rocca Pidió "Rentabilidad y Confianza"
Reuniones de la Fundación Observatorio PyMe
El dueño de Techint y Chacho Alvarez les hablaron a los jóvenes emprendedores.
El ordenanza que iba nervioso con un carrito repleto de sillas dio el primer indicio. Ayer el auditorio del Sheraton Libertador rebalsó. Hablaba Paolo Rocca y lo escuchaban pocas caras conocidas y casi ningún apellido patricio. Entre las presencias que convocó el Observatorio Pyme se oían distintas tonadas y predominaba esa nueva generación de 30 y pico, sedienta de negocios gracias al dólar fuerte.
El dueño de Techint tiene pocas apariciones públicas. Recién llegado de Nueva Delhi, de una cumbre mundial sobre el acero, arrancó así su discurso: "La tasa de crecimiento de la Argentina no es común, la tienen poco países en el mundo. Si al final de este ciclo largo nos vamos a encontrar sin haber contribuido con inversiones, habremos perdido una gran oportunidad". En lo que sonó a reproche, Rocca puso como ejemplo lo que ocurre con el mercado de lavarropas, que se multiplicó por cinco. Los fabricantes locales no siguieron el ritmo de la demanda y una buena parte se trae de Brasil. Ese tipo de importaciones, que afecta a Techint que vende el acero, explica un déficit en el comercio con el vecino y socio de US$ 4.000 millones. Por el mismo motivo el déficit con China escaló a US$ 2.000 millones.
¿Qué hace falta para que las empresas inviertan y amplíen su capacidad productiva? De acuerdo a Rocca, "rentabilidad y confianza". Rocca se refirió, además, al acceso al crédito y mencionó la necesidad de un monitoreo sobre los términos de intercambio con Brasil y China. "La política industrial es una política de Estado y este gobierno lo está haciendo", elogió para después aclarar que "debe haber un monitoreo constante". Carlos Chacho Alvarez, jefe político del Mercosur, resaltó que existe una oportunidad como nunca tuvimos. "Por primera vez podemos pensar una historia de crecimiento sostenido a diez años", alentó.
Sin embargo, para Walter Gregoracci, de Delsat Group, que desarrolla equipos sofisticados para locutorios y factura US$ 3 millones al año, las preocupaciones van por otro lado: la falta de personal capacitado. Lo mismo piensa José Mourelle, de Maqtec, que fabrica cosechadoras para aceitunas y naranjas, factura US$ 7,5 millones y tiene filiales en Australia, Chile y EE.UU. Roberto Carmona, de Electrometalúrgica Andina, en cambio, piensa que el Estado debe meter la nariz. Claro que para apoyarlos más.
Fuente: http://www.clarin.com
El dueño de Techint y Chacho Alvarez les hablaron a los jóvenes emprendedores.
El ordenanza que iba nervioso con un carrito repleto de sillas dio el primer indicio. Ayer el auditorio del Sheraton Libertador rebalsó. Hablaba Paolo Rocca y lo escuchaban pocas caras conocidas y casi ningún apellido patricio. Entre las presencias que convocó el Observatorio Pyme se oían distintas tonadas y predominaba esa nueva generación de 30 y pico, sedienta de negocios gracias al dólar fuerte.
El dueño de Techint tiene pocas apariciones públicas. Recién llegado de Nueva Delhi, de una cumbre mundial sobre el acero, arrancó así su discurso: "La tasa de crecimiento de la Argentina no es común, la tienen poco países en el mundo. Si al final de este ciclo largo nos vamos a encontrar sin haber contribuido con inversiones, habremos perdido una gran oportunidad". En lo que sonó a reproche, Rocca puso como ejemplo lo que ocurre con el mercado de lavarropas, que se multiplicó por cinco. Los fabricantes locales no siguieron el ritmo de la demanda y una buena parte se trae de Brasil. Ese tipo de importaciones, que afecta a Techint que vende el acero, explica un déficit en el comercio con el vecino y socio de US$ 4.000 millones. Por el mismo motivo el déficit con China escaló a US$ 2.000 millones.
¿Qué hace falta para que las empresas inviertan y amplíen su capacidad productiva? De acuerdo a Rocca, "rentabilidad y confianza". Rocca se refirió, además, al acceso al crédito y mencionó la necesidad de un monitoreo sobre los términos de intercambio con Brasil y China. "La política industrial es una política de Estado y este gobierno lo está haciendo", elogió para después aclarar que "debe haber un monitoreo constante". Carlos Chacho Alvarez, jefe político del Mercosur, resaltó que existe una oportunidad como nunca tuvimos. "Por primera vez podemos pensar una historia de crecimiento sostenido a diez años", alentó.
Sin embargo, para Walter Gregoracci, de Delsat Group, que desarrolla equipos sofisticados para locutorios y factura US$ 3 millones al año, las preocupaciones van por otro lado: la falta de personal capacitado. Lo mismo piensa José Mourelle, de Maqtec, que fabrica cosechadoras para aceitunas y naranjas, factura US$ 7,5 millones y tiene filiales en Australia, Chile y EE.UU. Roberto Carmona, de Electrometalúrgica Andina, en cambio, piensa que el Estado debe meter la nariz. Claro que para apoyarlos más.
Fuente: http://www.clarin.com
Editado por Paola Totonelli, Equipo de Redacción de www.proactivos.com
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