Argentina: Repetirán En 2007 La Receta Monetaria Actual
El directorio del Banco Central (BCRA) tiene previsto comenzar a analizar hoy las principales variables que contempla el programa monetario 2007 que, según logró conocer LA NACION de fuentes confiables, prevé una expansión de los medios de pago del orden del 16% nominal, es decir, levemente inferior a la del 18,5% con que cerrará el de 2006.
La conducción monetaria intentará dar así una nueva señal de prudencia, sin someterse a un esfuerzo estresante, siguiendo con una política que la muestra partidaria a convalidar un ritmo inflacionario "aceptable" y "estructural" del orden del 7 al 11% anual, tal como contempla el presupuesto 2007, aunque las proyecciones se realizaron considerando una variación promedio del costo de vida del 10 por ciento.
La preocupación central, aunque en público se sostenga lo contrario, es asegurar la competitividad del peso o -si se quiere- la continuidad de la política del tipo de cambio nominalmente alto. En ese sentido, el programa parte de suponer que la cotización del dólar oscilará entre 3,10 y 3,20 pesos durante todo 2007 e intenta acomodar los instrumentos para que eso sea posible.
De allí que una de las premisas será mantener la política de acumulación prudencial de reservas, básicamente articulada sobre las sostenidas intervenciones que el Central realiza en el mercado cambiario, pero también es cierto que las compras le permiten a la entidad evitar volatilidades que podrían introducir incertidumbre en la economía al alterar la señal de precios relativos de largo plazo sobre la cual los agentes toman sus decisiones de ahorro e inversión.
Objetivos múltiples
Otro objetivo será favorecer ajustes leves en las tasas de interés de manera de intentar que se mantengan neutras o, en todo caso, sólo sean levemente positivas.
"En términos generales, el programa repite la receta 2006", dijeron en la entidad, en referencia a que mantendrá a los medios de pago comprendidos en la definición de M2 [circulante en poder del público, cuenta corriente en pesos del sector privado y del sector público y caja de ahorro en pesos del sector privado y del sector público], como instrumento de medición de su cumplimiento.
Esa definición deja de lado la posibilidad de mutar hacia lo que los técnicos denominan M2 privado, una medida que excluye los depósitos públicos y, en un contexto de excedentes fiscales concentrados, siempre le deja abierta al BCRA la posibilidad de inducir un traspaso de esos fondos de cuentas a la vista a colocaciones a plazo (quitándolos así de esa contabilidad) para facilitar el cumplimiento de las metas.
Pero poner en práctica un cambio de ese tipo en un año electoral se juzgó como sumamente arriesgado, razón por la que esa alternativa nunca pasó de ser un ejercicio teórico.
Sin embargo, en la entidad admiten que el espacio que la política monetaria tiene para cumplir los objetivos múltiples (dólar alto, tasas e inflación baja) es cada vez más estrecho, lo que los obligará a aplicar "sintonía fina".
Fuente: http://www.lanacion.com.ar
La conducción monetaria intentará dar así una nueva señal de prudencia, sin someterse a un esfuerzo estresante, siguiendo con una política que la muestra partidaria a convalidar un ritmo inflacionario "aceptable" y "estructural" del orden del 7 al 11% anual, tal como contempla el presupuesto 2007, aunque las proyecciones se realizaron considerando una variación promedio del costo de vida del 10 por ciento.
La preocupación central, aunque en público se sostenga lo contrario, es asegurar la competitividad del peso o -si se quiere- la continuidad de la política del tipo de cambio nominalmente alto. En ese sentido, el programa parte de suponer que la cotización del dólar oscilará entre 3,10 y 3,20 pesos durante todo 2007 e intenta acomodar los instrumentos para que eso sea posible.
De allí que una de las premisas será mantener la política de acumulación prudencial de reservas, básicamente articulada sobre las sostenidas intervenciones que el Central realiza en el mercado cambiario, pero también es cierto que las compras le permiten a la entidad evitar volatilidades que podrían introducir incertidumbre en la economía al alterar la señal de precios relativos de largo plazo sobre la cual los agentes toman sus decisiones de ahorro e inversión.
Objetivos múltiples
Otro objetivo será favorecer ajustes leves en las tasas de interés de manera de intentar que se mantengan neutras o, en todo caso, sólo sean levemente positivas.
"En términos generales, el programa repite la receta 2006", dijeron en la entidad, en referencia a que mantendrá a los medios de pago comprendidos en la definición de M2 [circulante en poder del público, cuenta corriente en pesos del sector privado y del sector público y caja de ahorro en pesos del sector privado y del sector público], como instrumento de medición de su cumplimiento.
Esa definición deja de lado la posibilidad de mutar hacia lo que los técnicos denominan M2 privado, una medida que excluye los depósitos públicos y, en un contexto de excedentes fiscales concentrados, siempre le deja abierta al BCRA la posibilidad de inducir un traspaso de esos fondos de cuentas a la vista a colocaciones a plazo (quitándolos así de esa contabilidad) para facilitar el cumplimiento de las metas.
Pero poner en práctica un cambio de ese tipo en un año electoral se juzgó como sumamente arriesgado, razón por la que esa alternativa nunca pasó de ser un ejercicio teórico.
Sin embargo, en la entidad admiten que el espacio que la política monetaria tiene para cumplir los objetivos múltiples (dólar alto, tasas e inflación baja) es cada vez más estrecho, lo que los obligará a aplicar "sintonía fina".
Fuente: http://www.lanacion.com.ar
Editado por Paola Totonelli, Equipo de Redacción de www.proactivos.com
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